Cuando un matrimonio deja de estar basado en el cariño mutuo, la atracción, el respeto o, a rasgos más generales, el amor, es importante tomar una decisión en firme en aras de ponerle fin sin mayores complicaciones de por medio. No obstante, en los procesos de divorcio existe una alta implicación emocional que suele dificultar la rápida resolución. Ante tal realidad, hoy queremos plantear una serie de consejos que te ayudarán a resolver el trámite sin grandes costes económicos o psicológicos. Unas pautas que debes tener presente desde el minuto uno e incluso después de la separación definitiva de tu pareja.
Prioriza en la mediación y la buena comunicación
Son muchos los puntos de conflicto que se suelen producir en cuanto un matrimonio toma la decisión de romper este contrato. Por ejemplo, aquello de “la casa es mía y mi pareja no quiere irse” se presenta como una de las más destacadas. Sin embargo, es fundamental mantener una actitud mediadora y una comunicación impecable; actuar por la vía legal no es una buena solución en estas instancias del proceso.
Esta comunicación efectiva y, además, afectiva se debe producir desde el primer instante. Es decir, cuando vayas a comentar tu voluntad de divorcio a tu pareja, hazlo de manera empática y cercana. No caigas en discusiones que no llevan a ningún sitio. Trata de mantener la calma y de explicar con claridad tus razones, cuidando de la persona a la que tanto has querido en este tiempo de relación.
Si tu pareja decide quedarse en la casa, incluso siendo tuya, pero no puedes mantener la convivencia, entonces lo más inteligente es alejarse por cuenta propia. Es decir, sé tú el que abandone el hogar temporalmente. En cuanto el divorcio se resuelva, si el piso es tuyo lo recuperarás sin mayor problema. Una medida cautelar que te ayudará a mitigar el impacto emocional en ambas partes; haciendo que todo tome la dirección adecuada desde el principio.
Déjate asesorar por los mejores especialistas
Uno de los mayores errores que se pueden cometer en un divorcio es el de ir a ciegas. La falta de información suele pasar factura a todos los implicados en este tipo de trámites. Por consiguiente, te animamos fervientemente a que te documentes a través de fuentes fiables; tal y como es el caso de la página web de Divorcieitor. Un portal especializado en la materia en el que trabajan los mejores abogados de familia.
En esta plataforma te indicarán en detalle todos los pasos que vas a tener que ir dando desde que decides poner fin a la relación hasta que finalmente el matrimonio se haya disuelto. En este sentido, uno de los más destacados es el hecho de seguir la vía del mutuo acuerdo. Los divorcios contenciosos son largos y caros; mientras que los amistosos se pueden resolver en tan solo tres meses y por unos 150€ por cónyuge.
Así pues, te animamos a contratar a los abogados de familia más destacados del sector; quienes estarán a tu lado en todo momento para llevar el divorcio por la vía exprés. No dejes que los rencores del pasado o las discusiones habituales minen también dicho litigio. Si se actúa con respeto, cariño e incluso amor hacia quien fue tu compañero o compañera de vida, todo será más sencillo, barato y rápido.
No mires atrás una vez iniciado el divorcio
Antes de terminar, nos gustaría dejarte con un consejo extra que mucha gente pasa por alto: mantenerse firme durante todo el proceso de divorcio. La nostalgia por los buenos momentos puede ver la luz en este tipo de litigios. No obstante, suele ser una emoción temporal de añoranza que nada tiene que ver con la realidad.
Para seguir un divorcio sano hay que ser coherentes con la decisión adoptada. Reflexiona antes de tomarla, analizando cuáles son las razones que te han llevado a ella. Esto te ayudará a no desviarte en la separación, protegiendo el bienestar emocional que mereces. Ni tú ni tu futura expareja ganaréis con las idas y venidas.