El jamón ibérico es un producto que no puede faltar en un momento especial en familia o entre amigos, incluso en un evento social o festividad. Una manera de consumirlo que cada vez gana más la preferencia, es consumirlo en lonchas, ya que es una forma práctica y versátil, manteniendo su sabor y jugosidad.
Sin duda, uno de los productos estrella de la gastronomía de España es el jamón, de hecho se puede decir que es el que más identifica a su cocina. Por lo general, un buen plato de este alimento está rodeado de un rato para compartirlo ameno entre amigos o familiares, de forma que suele estar presente en eventos como Navidad y en muchas ocasiones más.
El consumo de jamón en España es muy alto. En 2020 se hablaba de una producción de 50 millones de jamones y paletas curados, lo que incluye a los de tipo serrano e ibérico. Para los entendidos, esta cifra se queda corta, ya que no se están considerando a los millones de turistas que cada año visitan el país y a quienes les encanta este producto.
Entre los tipos de jamón preferidos está el ibérico, por ser el más completo. Además, es un producto que está incluido en la dieta mediterránea, por ser saludable. Los cerdos ibéricos comen alimentos enriquecidos con ácidos oleicos que tienen una buena incidencia en el sistema cardiovascular.
El jamón ibérico tiene dos clasificaciones, según la raza puede ser 100% ibérico, 75% o 50% de raza ibérica; y de acuerdo con la alimentación: cebo, cebo de campo y bellota.
Es importante señalar que el jamón ibérico tiene un precinto asignado por el sistema de trazabilidad, que es obligatorio y único, el cual garantiza que realmente es un jamón ibérico. Los precintos se diferencian por colores, cada uno indica la categoría o clasificación del jamón en cuestión.
Loncheado, versátil y práctico
Cuando se habla de jamón ibérico, se piensa en la pieza completa, hermosa y jugosa, sin embargo, debido a su versatilidad y practicidad, ahora la mayoría prefiere consumir el jamon iberico loncheado, ya que aparte de lo funcional, no todos tienen la destreza técnica para ejecutar un corte jamonero con la sutileza que esto requiere.
La preferencia por el jamón ibérico loncheado se debe a sus múltiples ventajas. En primer lugar, es el formato ideal, ya que se puede usar para improvisar cualquier comida, incluso se convierte en el presente perfecto para llevar a una cena entre amigos y así romper con la repetida botella de vino.
El hecho de estar loncheado y envasado al vacío, permite su conservación por más tiempo y su fácil distribución, sin que esto signifique que se pueda ver afectado su delicioso sabor y su jugosidad. Asimismo, es la mejor manera de consumir este delicioso producto en el contexto de la agitada vida actual, ya que viene listo para servir.
Comprar jamón ibérico en sobres permite que el consumidor pueda degustar varios tipos de piezas de manera simultánea, sin tener que preocuparse porque las grandes piezas se puedan estropear.
Es versátil y práctico, ya que además por cuestiones de espacio, tener el jamón ibérico loncheado evita tener por mucho tiempo ese soporte jamonero en la cocina. Tan sencillo como guardarlo en la nevera sin que apenas ocupe espacio en ella, sin tener que adquirir esos cuchillos específicos, el soporte, o estar pendiente de que no se vaya a deteriorar.
Otra de sus ventajas, es que es fácil de llevar de excursión o pícnic, a una reunión de amigos, incluso, en un bolso durante un viaje de vacaciones.
El jamón ibérico envasado al vacío puede durar en la nevera hasta seis meses, siempre estando pendiente de que no le afecte la luz. La mayoría de las marcas venden sobres de jamón loncheado de 100 gramos, que es una cantidad ideal para su consumo oportuno.