Las básculas son herramientas que se utilizan desde hace mucho tiempo con la finalidad mayoritaria de ayudar a conocer el peso exacto que tiene determinada cosa. Se utilizan en distintas áreas y que su proceso de medición sea preciso es clave para que todo funcione con normalidad porque de ello depende que el resto esté bien, ya veremos por qué.
Existen diferentes sectores que necesitan el uso de básculas para sus operaciones cotidianas, como sería el caso de la cocina, la agricultura, la industria, la salud e incluso dentro de los hogares las utilizamos con frecuencia. Gracias a ellas obtenemos datos de inicio importantes para avanzar en la ejecución de tareas, como la preparación de una receta o valorar la evolución de un plan de alimentación, por ejemplo.
Eso quiere decir que tener disponibles básculas de calidad que ofrecen precisión en el conteo de la masa de la que disponen objetos, ingredientes, animales o personas es clave para tomar decisiones posteriores. Es por eso que hace falta siempre contar con aquellas que son más exactas y específicas, tanto para pesos grandes como para pesos muy pequeños.
Tipos de básculas
La industria de las básculas ha evolucionado mucho a lo largo del tiempo y eso ha permitido satisfacer las necesidades específicas de cada área, ya sea que estén demandando precisión, capacidad de carga y aplicaciones extras. Los tipos de básculas más comunes son:
- Mecánicas: son las que utilizan en su estructura una combinación de resortes y palancas mediante las cuales miden el peso. Suelen ser las más asequibles y tienden a ser confiables, pero a nivel de precisión no resultan tan exactas como las electrónicas.
- Electrónicas: son básculas que tienen una precisión mayor a las mecánicas y resultan útiles en áreas como el comercio. Para funcionar, utilizan un sistema de sensores eléctricos que trabajan como lectores.
- Digitales: muestran el peso en una pantalla digital. Su sistema es electrónico, pero dan una lectura mucho más fácil y precisa, por lo que son ideales para trabajar en comercios y casas.
- De plataforma: tienen una plataforma plana en la que se sube lo que se va a pesar. Por su forma de uso tienen aplicaciones muy específicas, tanto en el área industrial como médica.
- De resorte: son básculas específicas que tienen el objetivo de medir qué tanta es la deformación de un objeto en función a su peso. Son precisas y por eso cumplen muy bien su papel a nivel general.
- De carga celular: son aquellas que disponen de sensores de tensión en su interior para ayudarles en la medición. Son las más precisas de todas porque se utilizan en áreas de trabajo delicado, como la farmacéutica y en los laboratorios.
Recomendaciones para calibrar y mantener una báscula
Para que una báscula funcione de manera conveniente desde el principio y se mantenga así siempre, es recomendable ejecutar las siguientes acciones:
- Aplicar una calibración inicial, sobre todo en el caso de las electrónicas y digitales. Esta acción casi siempre viene descrita en el manual de uso.
- Limpiar de manera regular la estructura de la báscula para evitar que la acumulación de partículas extrañas afecte su precisión.
- Disponer de un lugar específico para ubicarla, asegurando que sea un espacio plano y estable que no interfiera con la medición.
- Verificar que el marcador se encuentre en cero antes de proceder a tomar cualquier medida.
- Realizar el mantenimiento preventivo que recomienda el fabricante para optimizar su funcionamiento.
- Verificar de manera periódica que la calibración y la precisión estén en niveles óptimos para asegurar que los resultados obtenidos son correctos.
Las básculas son piezas claves de trabajo en muchas áreas y de allí la importancia de proveerse de las mejores que estén en el mercado para ejecutar las tareas. En la medida en que se escoja una tienda de confianza, también se obtendrán productos que ayuden a disfrutar de lo necesario.