El Parque Guell, resulta ser una de las obras más importantes y reconocidas del arquitecto Antoni Gaudí, es por ello que resulta tan importante y peculiar este parque.
Es uno de los parques más importantes de Barcelona, siendo uno de los lugares más emblemáticos y visitados. Es un enorme y espectacular jardín, que contiene en su interior peculiares elementos arquitectónicos de Gaudí.
Si lo visitas podrás apreciar grandiosos y atrevidos mosaicos, increíbles fuentes mágicas, escalinatas de cuento de hadas y columnas infinitas. Su nombre se debe a que fue el empresario textil Eusebi Guell, quien confió en el proyecto de Gaudí para llevar a cabo este singular parque. En el año de 1984 fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Sobre la historia del parque
Este proyecto comenzó como una grandiosa residencia, propuesta y financiada por Eusebi Güell, quien fuera el dueño original de estos terrenos. Sin embargo, apenas Gaudí comenzó a elaborar el diseño, fue asaltado por la inspiración fantástica y desbocada propia del artista, dándole un giro totalmente inesperado.
Así nació uno de los parajes más mágicos de Barcelona, el Parque Güell. Nada más el impresionante banco que ocupa el centro del parque, es toda una maravilla. Esta serpiente de 110 metros, decorada con cientos de mosaicos, que parece estar a punto de cobrar vida.
En este parque, encontramos la mejor muestra de la visión del arte modernista de Gaudí, en una fusión de formas, curvas y naturaleza. Este gran espacio permitió al artista desplegar por completo su creatividad, y el resultado es un absoluto deleite para todo el que lo visita.
El hogar de Gaudí
El proyecto residencial original conservó una casa para ser habitada, pero esta no fue ocupada por Güell, sino por Gaudí. Allí vivió desde 1606, hasta 1925, año en que murió. Hoy en día esta casa se conoce como la Casa Museo Gaudí y puedes apreciar algunas de las obras del artista.
Además de esta, existen otras dos casas, más pequeñas, que forman parte del ambiente de fantasía del parque. Una es la Casa del Guarda, que también funciona como un pequeño museo. La otra es una tienda de recuerdos encantadora. Ambas parecen parte de un cuento de hadas, a tono con el resto del parque.
¿Por qué resalta como un lugar único?
Este maravilloso lugar tiene una extensión total de aproximadamente 17 hectáreas. La mayoría de las superficies que se encuentran dentro de él, están cubiertos y decorados con mosaicos de colores, que se obtuvieron de trocitos de cerámica.
En su interior, prácticamente en todo el lugar encontrarás diversidad de formas onduladas, columnas que parecen árboles, formas geométricas o figuras de animales. Todas están decoradas con color, haciendo precisamente que esto sea uno de sus atractivos mayores.
Adicionalmente el artista decidió aprovechar el desnivel que había en el recinto, propio de la montaña, y que aproximadamente tiene unos 60 metros, para crear con él un camino de elevación espiritual. Al final del camino planeaba construir una capilla, pero al final se sustituyó por el Monumento al Calvario.
Un vistazo al interior del Parque Güell
Además de las casas y la enorme serpiente, dentro del parque llama la atención la Fuente del Dragón, que decora unas escalinatas dignas del más lujoso castillo de fantasía. Siempre llenándose de color gracias a los brillantes mosaicos.
Otro espacio que fascina a todos los visitantes es el maravilloso camino que se eleva hasta el Monumento al Calvario. Un espacio que realmente te separa de la vida urbana y te conecta con tu propio espíritu. Allí la vista es un espectáculo que te deja sin aliento.
El resto del parque mantiene este despliegue de creatividad y fantasía, donde la naturaleza se abraza con las creaciones de este arquitecto reconocido por su ingenio inigualable, en un baile maravilloso. El predominio del color, las formas y el movimiento son magníficos, al igual que el cuidado de los detalles, que delatan el gran amor que Gaudí ponía en cada una de sus obras.
Cada rincón del Parque Güell es un punto perfecto para los amantes de la fotografía, y un espacio ideal para hallar tranquilidad y alimentar cada uno de los sentidos de todo el que lo visita. Además, el lugar en sí es una fuente de inspiración y estímulo para la imaginación.
En Barcelona podemos encontrar muchas obras de Antoni Gaudí, incluyendo la majestuosa Basílica de la Sagrada Familia y la Casa Batlló, que son de sus obras más famosas. Visitar esta ciudad es probar un poco de esa mente prodigiosa que destacó por encima de los más grandes arquitectos modernistas. Algo que simplemente no te puedes perder.
Parte más alta del parque
Este punto está en la parte más alta del parque, y desde donde se obtienen unas increíbles vistas que no podrás perderte. Además Gaudí se inspiró en todas las formas propias de la naturaleza, por lo que en el parque encontrarás una impresionante creación ornamental que lo cubre.
Esta maravillosa obra, el arquitecto quiso crear un espacio mágico donde la rigidez y el clasicismo no existen. Todas las formas que están contenidas en este espacio, poseen un simbolismo muy importante tanto a nivel religioso como político.
En el centro de todo el parque, se encuentra un espectacular y enorme banco que tiene forma de serpiente, y que está recubierto en su totalidad por pequeños trozos de cerámicas de colores. Tiene una longitud de 110 metros aproximadamente y realmente es un punto focal.
En su interior, también podrás encontrar la Casa Museo Gaudí, que resultó ser el hogar del arquitecto durante los años 1906 a 1925. Sirve para exponer obras del arquitecto.
Infaltable
Si visitas esta maravillosa ciudad, pues es obligado pasear un día por este increíble y peculiar lugar. Es un parque lleno de magia y color que no deja de sorprender a todos aquellos que lo visitan. Una visita a Barcelona no está completa si no paseas por el Parque Guell.
La entrada al parque no es gratuita, de hecho la entrada a la zona monumental es donde se paga y se llegan a formar largas colas. Según algunos reportes, pueden llegar a entrar unas 400 personas cada media hora.
Si deseas evitar esto, te podemos recomendar comprar la entrada por internet, de esta manera te ahorras las colas y puedes conseguir un pequeño descuento.
Escoger una visita guiada
Visitar el parque implica caminar y disfrutar de cada uno de los espacios del mismo. Ahora si lo que deseas es entender de la mano de un profesional, toda la información que quiso plasmar Gaudí, entonces contratar a un experto en sus obras es lo mejor.
Generalmente estas visitas comienzan en las escalinatas del Dragón, en esta parte encontrarás una fuente que tiene forma de sargantana, decorada con el trencadís muy popular en sus obras.
La visita puede seguir por los jardines de Asturias y la increíble sala Hipóstila, aquí podrás apreciar a más de 80 columnas de estilo dórico resaltar. Luego podrás continuar por la Plaza de la Natura, donde un serpenteante banco te espera. Cabe destacar que al terminar la visita guiada, tendrás tiempo libre para poder recorrer el resto del parque.
Este tipo de opciones son ideales para quienes buscan comprender, todo el asombroso universo que contiene la obra de Antoni Gaudí. Este tipo de recorrido tiene una duración aproximada de 1 hora 15 minutos.
Valor de las entradas
Si deseas simplemente recorrer el parque por tu cuenta, el valor de la entrada para los adultos normalmente tiene un valor de 10 €, los niños menores de 6 años no pagan entrada y a partir de los 7 a 12 años pagan 7 €.
Por su parte las personas mayores de 65 años y con tarjeta rosa reducida cancelan 7 €, personas con discapacidad no pagan y sus acompañantes pagan 7 €.
Ahora si decides inclinarte por las visitas guiadas, podrás encontrar diferencias de precios, pero puedes conseguirlas por unos 26 €.