La salsa roja es una de las salsas más populares en todas las tradiciones culinarias de muchas culturas. Se utiliza en diversos platos, para acompañar pastas, carnes, pizzas, vegetales y demás elaboraciones de la gastronomía mundial. Conócela y comienza a usarlas en tus creaciones personales.
La salsa roja es una creación culinaria bastante utilizada en distintas culturas de todo el mundo. Es una salsa que ha evolucionado a lo largo de la historia y que se ha adaptado perfectamente a una amplia gama de platos y presentaciones gastronómicas.
Hablar de salsa roja es referirse a una larga y exquisita historia y a una extendida variedad de platos que tú mismo puedes elaborar en casa con solo seguir las sencillas indicaciones de las recetas que hay en muchas partes, incluso en internet.
Además, puedes adquirirla preparada en tiendas online especializadas, que ofrecen excelentes variedades y presentaciones para satisfacer todos los gustos.
Historia y origen de la salsa roja
La historia de la salsa roja está íntimamente ligada a la historia del tomate, una fruta originaria de América que fue llevada a Europa por los conquistadores españoles en el siglo XVI.
El tomate era considerado por los europeos un fruto de una planta ornamental, hasta que comenzó a consumirse en Italia y España en el siglo XVII. Pero, no fue sino hasta el siglo XVIII cuando empezó a elaborarse salsas a base de tomate, tal como la conocemos hoy en día.
La primera receta escrita de salsa de tomate está registrada en el libro L’Apicio Moderno, del cocinero italiano Francesco Leonardi, publicado en 1790. En el texto se indica que se debe cocer el tomate con cebolla, ajo, albahaca, sal y aceite, receta que se difundió por toda Italia y luego por Francia, lugares que la bautizaron como sauce tomate (salsa de tomate).
Posteriormente, también llegó a Inglaterra y Estados Unidos, donde se le añadió azúcar y vinagre para crear el hoy conocido kétchup.
Los inmigrantes europeos, especialmente los italianos, que se establecieron en países como Argentina, Brasil o Estados Unidos, también la llevaron consigo y empezaron a mezclarla con los ingredientes locales para crear variantes como la salsa boloñesa, la salsa napolitana y la salsa marinara.
Usos y recetas
La salsa roja tiene múltiples usos y recetas en la cocina tradicional, que varían de país en país. Algunos de sus usos más comunes son:
- Salsas para pastas: es el acompañamiento ideal para toda clase de pastas, desde espaguetis hasta ravioles. Algunas de las más conocidas son la napolitana (con albahaca), la boloñesa (con carne molida), la marinara (con mariscos) o la arrabbiata (con chile).
- Salsas para pizzas: es la base para cubrir las pizzas, a las que se les añade queso y otros ingredientes al gusto.
- Salsas para carnes: también se puede utilizar para adobar, aderezar o acompañar carnes como pollo, cerdo o ternera. Algunas de las recetas más populares son las albóndigas, las costillas de cerdo o el pollo con champiñones, todas en salsa roja.
- Marinadas: la salsa roja también se emplea para marinar alimentos, lo que les da más sabor. Algunos ejemplos clásicos son los pimientos y chiles rellenos o el pescado en salsa roja.
- Aderezos para ensaladas: otro particular uso de esta salsa es en ensaladas frías o templadas, a las que les aporta un toque fresco y colorido. Algunas de las opciones favoritas son la ensalada griega (con queso feta, tomate, pepino y aceitunas), la ensalada caprese (con queso mozzarella, tomate y albahaca) y la ensalada mexicana (con frijoles, maíz, tomate y aguacate).
- Salsas para antojitos: es perfecta para acompañar o preparar antojitos o bocadillos típicos en distintos países. Ejemplo de ello son los chilaquiles rojos (tortillas fritas y bañadas en salsa roja con queso y crema), las enchiladas rojas (tortillas rellenas de queso o pollo y bañadas en salsa roja) o los huevos rancheros (huevos fritos sobre tortillas y bañados en salsa roja).