El pollo, al igual que otras aves como el pato o el pavo, representan una base ideal para recetas saludables, puesto que se trata de una carne tierna y que combina bien con diferentes estilos de cocina.
Al momento de buscar ingredientes principales para preparar recetas saludables, el pollo como base siempre queda bien, al igual que ingredientes como los que proporciona Knorr, una de las marcas más tradicionales en cuanto a condimentos para enriquecer los sabores de toda preparación. Por eso, ambos ingredientes son una recomendación obligada para partir en búsqueda de algunas recetas que puedan ser no solo saludables, sino también atractivas para todos los miembros de la familia.
Pollo frito coreano
¡Todos aman el pollo frito! Pero, aún más, cuando escapa de ser el pollo frito tradicional y se adentra un poco en las variantes de sabor que cada región o cultura les da. El pollo frito coreano se diferencia de prácticamente todas las recetas de este estilo por su gran combinación de frutos secos -base saludable, también- y su salsa coreana, con terminaciones picantes y dulces al mismo tiempo.
Para su preparación, el pollo debe condimentarse y acompañarse con frutos secos durante algunas horas antes de ser cocido, para que la carne se impregne de aromas y sabores propios del cacahuate o del ajonjolí, que ayudarán a potenciar el acabado crocante que debe tener este platillo.
Por su parte, la salsa coreana está basada en un chile originario de Corea del Sur, pero que en Latinoamérica y sobre todo en México, se reemplaza por una mezcla de chile de árbol y salsa de tomate o catsup, brindando una terminación un poco más agridulce, pero igual de sabrosa y saludable.
Caldo de pollo con arroz
Una de las formas más saludables de comer pollo es en hervidos. Por eso, un caldo de pollo nunca caerá mal y es bienvenido por cualquier persona. Potenciar sabores con productos como cubitos de caldo de pollo puede ser lo mejor en ese sentido.
La variante del caldo de pollo con arroz está pensada, sobre todo, para ser un almuerzo o una comida completa en lugar de solo una entrada, y en ese caso, se debe apostar por un sabor que sea fresco, más no picante, para que pueda ser comido por todos los miembros de la familia, desde los más pequeños hasta los mayores de la casa.
La recomendación es hacer el caldo de pollo con la pechuga de pollo entera, sin piel; aunque si se quiere dar un poco más de sabor fuerte, algunas personas preferirán los muslos o las piernitas del pollo, que tampoco estará mal.
Para dar más intensidad al sabor, hierbas como el cilantro o el apio, y añadidos como la cebolla y el ajo, serán suficientes para lograr una buena terminación. La forma simple de prepararlo es basarse en un guiso de pollo convencional, con más agua, la suficiente para cocinar correctamente el arroz.
Flautas de pollo
El pollo puede ser un excelente desayuno o cena. Las flautas, que son tortillas, son el elemento perfecto para combinarlo.
Para su preparación, se debe partir de un guiso de pollo desmenuzado o en trozos muy pequeños, para después solo rellenar y enrollar las flautas, que se pueden servir tanto solas como ahogadas -en salsa picante o agridulce-, siendo este último caso más propio para la hora de cenar o para servir en alguna celebración o festividad.
Al momento de pensar en recetas saludables, la carne de pollo suele ser una de las elecciones habituales, ya que es baja en grasa y sobre todo, es deliciosa en cualquier platillo que se le precie. Utilizar buenos productos para acompañar y para potenciar el sabor, y sobre todo, estar dispuestos a salir de las recetas convencionales, será lo único que haga falta para convertir cualquier pieza de pollo en una receta saludable y sin igual.