Cuando hablamos del Guggenheim de Bilbao, hacemos referencia un famoso y único museo de arte contemporáneo, que fue diseñado por el arquitecto canadiense Frank O. Gehry.
Está ubicado en la villa de Bilbao, en el país Vasco. Destaca por ser uno de los museos que se vincula con el régimen de franquicia, y se inauguró en el año de 1997, por el Rey Juan Carlos I.
En él se pueden apreciar diversidad de piezas de arquitectura, escultura y pintura. Piezas de todo tipo suelen ser expuestas en este edificio, que se ha convertido en todo un referente de esta maravillosa ciudad.
¿Dónde está?
Se encuentra situado justo a la orilla de la ría del Nervión, y es considerado una verdadera obra de arte de la arquitectura contemporánea. Tiene una superficie de aproximadamente 24.000 metros cuadrados.
Cuenta con un diseño deconstructivista que lo hace resaltar, y es uno de los principales elementos que influyó en la revitalización urbanística de la ciudad. Esto lo ha convertido además, en una de las principales atracciones turísticas de la ciudad.
Es un elemento que destaca por su arquitectura llamativa y diferente, siendo muy escultórica. Adicionalmente es un espacio que cuenta con una amplia e impresionante colección de arte contemporáneo, tanto en el interior como en el exterior, lo que lo hace una visita obligada.
¿Cómo surge?
Desde el año de 1991 comienzan a realizarse las conversaciones entre el País Vasco y la Fundación Solomon R. Guggenheim, con la finalidad de crear un espacio para el arte en la ciudad de Bilbao.
Las decisiones que se tomaron en ese momento involucraban usar, el área portuaria de la ciudad que se encontraba en decadencia absoluta, a pesar de en algún momento haber sido la principal fuente de ingresos.
La intención del gobierno vasco, fue brindarle de nuevo un impulso económico y turístico a esta zona. Para ello la ciudad se encargaría de financiar todo el proceso de construcción, mientras que la fundación se encargaría de manejarlo.
Su construcción comenzó en 1993, de la mano del arquitecto canadiense Frank Gehry. No fue una construcción fácil, pero después de mucho trabajo se consiguió. Al final el arquitecto culminó el mismo, con una pieza importante de titanio que consiguió en su estudio, y que interactuaba de forma particular con la luz.
Destaca a pesar de las dudas
En un principio cuando arranco el proyecto del museo, los propios bilbaínos tenían dudas sobre el éxito del mismo. La mayoría tenía bastantes recelos con él y eran escépticos, sobre los beneficios que traerían a la ciudad.
La mayoría de la población tenía problemas para poder comprender el sentido que podía tener esta construcción, en una ciudad tan pequeña. Además la llamaban la lata de sardinas.
Sin embargo, a medida que han pasado los años y han visto lo equivocados que estaban, han cambiado de opinión con respecto al mismo y se ha convertido en un verdadero motivo de orgullo para todos los vascos.
Lo que se expone
Como es un museo de arte contemporáneo, exhiben piezas de diversos tamaños que deben ser trasladadas al museo por tierra o por mar. Como son obras de arte que son frágiles, hay que cuidarlas mucho cuando se transportan de un lado al otro.
Es por ello que muchas de las piezas son transportadas hasta por barco, aprovechando que el museo se encuentra junto a la ría. Muchas de las piezas también son traídas en camiones especiales, generalmente durante la noche para evitar el tráfico.
Una verdadera referencial mundial
Desde el mismo momento que se concluyó con su construcción y se inauguró, hace más de veinte años, no ha dejado de crecer y ser cada vez más conocido. Anualmente son más de un millón de personas que lo visitan.
Ya sea por curiosidad o para poder apreciar la cantidad de obras maravillosas que en él se exhiben, su éxito es tan importante que se ha convertido en el segundo museo de arte contemporáneo más visitado de todo el país, por detrás del Reina Sofía de Madrid.
Una verdadera experiencia personal
Dentro del museo hay una obra de arte majestuosa, que se ha convertido en una de las más populares del lugar. Se llama La Materia del Tiempo, y fue construida por Richard Serra, quien tardó una década en conseguirlo.
Está compuesta por ocho esculturas de acero de gran tamaño, dentro de las cuales puedes perderte y caminar y sentirte en un constante movimiento. Pesa 5 toneladas, y permite que el arte se convierta en una verdadera experiencia personal.
Bilbao está en el mapa
Es cierto que Bilbao era una de las ciudades más reconocidas en España, por diversos motivos. Sin embargo, es gracias al Guggenheim que ahora es realmente una referencia para celebridades y famosos que no han perdido la oportunidad de visitar esta verdadera obra de arte.
Personalidad de la talla de Salma Hayek, Brad Pitt, Angelina Jolie, Samuel L. Jackson, entre otros, son solo algunos de los famosos que lo han recorrido.